sábado, 9 de agosto de 2008

deja vú


Y ese viernes 16 de agosto me hizo creer en la frase: "persevera y triunfarás". Si hubiese sabido que solo triunfaría por unos meses, hubiese pensado más la parte de perseverar.
Ese sábado se conviertió en viernes, ya no 16 sino 22 y ese viernes en otro viernes muy alejado del anterior. Y asi siguió sucediendo, solo vivía los viernes y algún que otro sábado. El resto de la semana esperando esas madrugadas...
De pronto un viernes fue distinto. Y el siguiente fue igual de distinto, pero mejor. Recordando el siguiente viernes me doy cuenta que ESE si fue distinto, definitivamente el mejor. Muchas noches tratando de igualarlo pero solo lo imitaron.
Y de pronto... no estoy más, y no te veo más por un tiempo y conosco otra persona que me hace pensar, y ya sabemos que pensar mucho hace mal.
Vuelo y el viernes se hace domingo y se enfrentan nuestras miradas en una batalla dificil de ganar. Ese domingo 7 se convierte en 14, en una canción del adiós.
Si fue distinto aquel viernes, no se le compara a ese domingo, cuando mis ojos dejaron de brillar y se cansaron de tanto llorar. Cuando ese silencio tuyo dolió más que mil muertes juntas. Cuando todo pareció terminar.
(y hoy es nuevamente domingo y me es inevitable no recordarlo)

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