jueves, 22 de noviembre de 2007


me das una especie de felicidad funcional, de razonable humanidad cotidiana y te lo deho solamente a ti que eres como un caballito fragante. pero hay momentos en que me siento un cinico, en que los tabúes de la raza me muestran las pinzas, entonces pienso que hago mal, que te cosifico, si me permites el termino, que abuso de tu alegria, te pongo ahi y te aparto, te tapo y te destapo, te llevo conmigo para despues dejarte caer cuando es la hora de estar triste o estar solo. Y tù en cambio, jamas has hecho de mi un objeto, a menos que en el fondo me tengas lastima y me guardes como una buena accion cotidiana, tu mérito de girl-scout o algo asi.

sábado, 17 de noviembre de 2007

y te senti llorar en silencio, frené poco a poco, me acuerdo de cada instante y de cada cosa. frené porque quería mirarte la cara pero no era necesario, porque todo parecía tan sabido aunque jamás hubiéramos dicho una palabra. comprendí que llevábamos muchas semanas de un lento engaño que a nadie engañaba, y que de golpe no podías más, y lo estabas confesando.

volvi. he dicho.