meses sin salir un viernes

"Dale Lopencia, a las 3.00 hs. estamos durmiendo, prometo". Asi fue como Lopi confìo en mi cansancio y mi no reputaciòn de divertirme los viernes por la noche. Ni la lluvia nos impidiò llegar a Puerto Madero. Asi fue como tomando y bailando se hicieron las 3.00 hs, las 3.30 hs se llevaron a mi amiga. Y ahi estaba yo, bailando el rock del gato con mi ex novio y sus amigos.

Contaba con los dedos de una mano las horas que me quedaban antes de entrar a trabajar. Eran pocas, y las 5.30 llegaron como torbellino. Nos fuimos. Cerrè los ojos unas cinco veces (y media) y me alcanzò a casa, busquè mi uniforme y me depositò en el trabajo.

Claramente, Juli es la que llega borracha tooodos los sàbados, pero ese viernes, no habìa salido y dejò todos los papelones... para mì.

Ese sàbado dormì dos horas de siesta, tanto speed ya estaba pasada. A la noche LA fiesta. Bebì rodeada de gente del pasado. Bailè toda la noche como si nadie mirara.

Amanecì en Pilar. Esa lluvia me ayudò a no sentirme culpable por desperdiciar el dìa en la cama... Subimos las persianas. A las 18.00 hs. tenìa reuniòn con las chiquis del colegio. Llamè... se habìa suspendido. Me dì un baño y volvimos a la ciudad.

Me acostè a leer y como no tenìa internet, no pude escribir esto antes.